Cuando me recuesto a pensar, a recorrer mi tiempo desde que te conocí, comienzo a soñar nuevamente los días y las horas hermosas que juntos compartimos. Cuando de pronto abro los ojos y no queda nada más que una melodía absurda y olvidada.
A veces quiero nacer de nuevo cuando recuerdo todo lo que perdí, alguna vez tenía que extraviarte para encontrar la razón exacta hasta entender que el mundo está lleno de personas, pero que hay una siempre que vale más que todas; Y vos eras mi cálido amanecer de todas las mañanas ,eras y aún sos el sol que llevo profundamente fundido en el centro de mi corazón como un diamante eterno y valioso que jamás dejaré de conservar y apreciar.
Ahora con llanto y melancolía puedo comprender la lección del mal pero que ahora es una buena lección en mi camino transparente e ilustre.
Escrito por Sabrina Marty.
27/10/2009
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