Las solitarias horas decoran, entre otros,
Mi sólido estado de neutralidad
Bordeando en mi piel tan sutilmente
Las penetrantes y frías tempestades.
Mientras otras sombrías horas
Oscurecen mi pequeño ser,
Y a medida que me desintegro en mi propia sombra,
Un sol comienza a nacer desde unos fijos ojos
Tan cercanos como mi soledad…
Y un silencio celestial al amanecer,
Una mirada clara que termina de crecer, al fin desde mi interior,
Absorberá el crepúsculo de tus días, infierno,
Y se alejará mi agonía al esfumarme en mi retórica almohada.
Sabri Marty
No hay comentarios:
Publicar un comentario