lunes, 7 de diciembre de 2009

Su constelación arriba o abajo, fue hermosa.

El día escondía al sol,
la luna el cálido clima de atardecer.
Yo esperaba la noche,
anhelaba ansiosamente un fulgurante anochecer
Y así sucedió:
Las velas animaron su débil luz,
se transformaron en la más inmensa
y ardiente llama;
La noche había dejado de ser noche,
el lugar había dejado de ser un simple lugar,
ese pequeño instante tan perdurante
en mi profundo interior ya comenzaba
a ser algo inexplicable, algo inexistente y único
sólo sensitivo;
cuando Su voz desde aquel telón llegó
hasta mi y elevó mi cuerpo y alma
en el más lejano de los cielos,
cuando Su inspiración me llevó
tan alto, demasiado lejos hasta
no sentir la envidia y el dolor de este mundo
hasta no recodar mi nombre, yo pude ver
hasta mi sombra resplandecer en un
mar de tempestades, yo volé, yo extendí mi libertad
Y ahora soy libre, hoy vivo por Su magia.

Escrito por Sabrina Marty.

1 comentario:

  1. !Bellos versos,sigue escribiendo porque así,sentirás la libertad en tu interior!

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