domingo, 24 de enero de 2010

Solo una simple verdad

Los ruidos atormentan mi corazón,
las lágrimas el temor, y su voz,
sus palabras ahogan mi cuerpo,
mi aire, mi aliento
Es como una primavera sobre
un cielo negro, y las flores, lluvias
infinitas
Es un poso sombrío el tiempo Hoy
corren las hojas secas por la vereda,
y viaja la agonía, el desencuentro a mi
puerta
Desde sus manos hasta su alma,
todo es una inmensa piedra irrompible
Yo soy el blando asiento, soportando
el peso de los demás, sosteniendo,
brindando mi ser; y todos ellos,
convierten gratitud en regaño
Yo ya no quiero su amor,
no necesito calamidades en mí
Porque ahora me he convertido
en la más oscura sombra de la ciudad,
y no tengo amor, no tengo paz.

Escrito por Sabrina Marty.

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